El término antibiótico fue utilizado por primera vez por Selman Waksman en 1942. Actualmente, la Real Academia Española define a un antibiótico como una sustancia química producida por un ser vivo o fabricada por síntesis, capaz de paralizar el desarrollo de ciertos microorganismos patógenos, por su acción bacteriostática, o de causar la muerte de ellos, por su acción bactericida. En resumidas cuentas, la función primordial de un antibiótico es conseguir la erradicación del microorganismo patógeno, es decir, aquel que es dañino para nuestro organismo.
Los antibióticos suelen actuar sobre ciertas clases de microorganismos sensibles, generalmente bacterias, impidiendo su desarrollo o matándolas.
Sin embargo, aunque veamos los antibióticos como algo "normal" en nuestras vidas, debemos tener precaución y no tomarlos sin prescripción médica, pues la ingestión de un antibiótico con cierta frecuencia puede generar poblaciones de bacterias resistentes a dicho antibiótico provocando que seamos "inmunes" a él, es decir, que no tenga ningún efecto sobre nosotros.
No obstante, un que un antibiótico nos quite la inflamación de garganta, el dolor de cabeza, o la tos, todos los antibióticos pueden producirnos reacciones adversas.
Podemos hablar de tres categorías de antimicrobianos:
- Los que producen una acción bactericida poco relacionada con la concentración; Betalactámicos y los glucopéptidos.
- Los que poseen actividad bactericida dependiente de la concentración; Aminoglucósidos y las fluoroquinolonas.
- Los que se comportan preferentemente como bacteriostáticos; Macrólidos, tetraciclinas y cloranfenicol.
LA PENICILINA:
La Penicilina es eficaz contra una gama amplia de enfermedades causadas por microorganismos como los pneumococos, los estreptococos, el gonococos, el meningococo, el clostridium de tétano, y la espiroqueta de la sífilis.
Sus efectos secundarios se limitan generalmente a reacciones alérgicas que pueden preverse con seguras pruebas antes de su aplicación.
EL DESCUBRIMIENTO:
Mientras realizaba una investigación sobre la influenza, el inglés Alexander Fleming observó accidentalmente cómo en un cultivo que realizaba, las bacterias desaparecían por efecto del Penicillium notatum. -Al rededor del moho de sus cultivos, no había bacterias.-
Esta observación llevaría a la concentración, elaboración y depuración 10 años más tarde por el bioquímico británico Ernst Chain, el patólogo Sir británico Howard Flore y otros científicos de la efectiva penicilina que conocemos hoy día, una de las más importantes drogas medicinales del siglo XX y probablemente de la historia de la humanidad.
En 1944 Alexander Fleming recibió en Inglaterra el título de Sir por sus aportes a la ciencia y la medicina. Al año siguiente, en 1945, se entregó el Premio Nóbel de Fisiología o Medicina a Alexander Fleming, Howard Walter Florey y Ernst Boris Chain por sus contribuciones al desarrollo de la Penicilina.
CURIOSIDADES:
Millones de personas han salvado sus vidas, al tratarse con penicilina enfermedades para las que antes no existían tratamientos seguros ni curación.
En la actualidad, sin embargo, varias bacterias han desarrollado resistencia a la penicilina y a otros medicamentos y antibióticos, causando preocupación entre médicos y científicos por un posible regreso a nuestra vulnerabilidad del pasado frente a las enfermedades e infecciones.
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